Todos conocemos la clásica botella de vino, color generalmente verde, de vidrio resistente y cerrada con un tapón de corcho (Bordalesa). Sin embargo, en un principio su forma era diferente, más “panzonas”, hasta que se mejoró la técnica de su fabricación y cambio su formato en el siglo XVIII. En un principio se cerraban con madera y trapo encerado, aunque dejaban pasar el aire y degradaban al vino rápidamente. Tema que soluciono en Francia el famoso Dom Perignon, con el clásico corcho (extraído del árbol del alcornoque) El monje enólogo vio a unos peregrinos que llevaban agua y no se les volcaba, ya que sus alforjas estaban cerradas con el corcho.
En cuanto al color del envase, el verde tradicional tiene y tuvo dos motivos. En primer lugar, los vinos tenían algunas impurezas (seguramente debido a las levaduras naturales) y no eran atractivos de ver. Y el otro tema era que, el color verde protege mejor al vino de la luz, que puede degradarlo.
Y volvemos al francés, Dom Perignon y en este caso con el champagne, porque necesito no solo envases verdes, sino de vidrio más grueso por el gas de la bebida (Espumoso). Ahora hablemos del color, la botella transparente más moderna se debe al objetivo de resaltar los bellos dorados de los vinos blancos, para que resultaran más atractivos. También hay botellas amarronadas y azules, generalmente las ovservamos en los Gewurzttraminer abocados o los Riesling del Rhin (Botella llamada Rin o Rhin) Hasta 1821, no todas las botellas salían iguales de la fábrica, pero entonces H. Ricketts & Co. y la Glass Works Bristol decidieron normalizar estos envases e idearon y patentaron una forma de elaborar mecánicamente las botellas de la misma forma.
En cuanto a la cantidad del vino que alberga la botella que conocemos, la más popular, es de 750cm3. Esta medida no es arbitraria. En realidad, se adoptó en 1866 por influencias de Inglaterra, cuya unidad de medida es el Galón. El motivo fue un tema de negocios porque este país fue y es, uno de los más grandes compradores de vinos. Y un Galón, equivale a 6 botellas estándar o sea 4,500 litros. Sin embargo, en el tema botella, hay diferentes medidas con nombres específicos, que tienen menor o mayor cantidad de líquido: la llamada Media o sea la mitad de las botellas comunes, es de 375 cm3. Una Magnum tiene 1,5 l y equivale a dos botellas normales, una Doble Magnum o Jéroboam consigna en la etiqueta 3l o sea el equivalente a 4 botellas estándar. La Réhoboam nos regala 4,5l, es decir, 6 botellas, mientras que una Mathusalem ofrece 6l, igual a 8 botellas. Una casi desconocida para la generalidad de usuarios, llamada Salmanazar es de 9l, equivalente a 12 botellas. Si tenemos una Balthazar tendremos 12l, o sea como 16 botellas. Y por fin la Nabucodonosor de 15l, equivale a 20 botellas. ¡Son bastante difíciles de descorchar!!
La Bordelesa o Burdeos es la más común de todas y como indica su nombre procede de Burdeos, Francia. Es fácil de maniobrar. La Botella Borgoña obviamente proviene de la Bourgogne francesa; es más ancha en la base y se va angostando hacia el pico. Suele ser verde oscuro. Estilizada y elegante es la llamada Rhin, que suele verse en colores canela, ámbar, transparente o azul. Y ahora con el vino que les plazca les digo Salud.