Cabernet Franc: Una cepa casi desconocida

Las uvas tienen progenitores, padres que les dan sus características diferenciales. En este caso, luego de degustar una copa (unas, ¡bah!), de Cabernet Franc, comenzamos a investigar sus orígenes. Se sabe que su lugar de nacimiento fue en el Valle de Loire (Francia) y luego, hacia el siglo XVIII, aparece en Burdeos perteneciendo a la "Familia Cabernets". Al parecer, según los estudios de ADN realizados en 1997 (que se hacen también en los cepajes) esta cepa casi desconocida para los consumidores es uno de los "padres" de la Cabernet Sauvignon, junto con una sugestiva y pícara Sauvignon Blanc. La historia cuenta que en el siglo XVII el Cardenal Richelieu llevó barbechos de esta variedad al Valle de Loire que se plantaron en la abadía de Bourgueil. Quien los cuidó e hizo prosperar fue el Abad Breton. La variedad Cabernet Franc también es conocida como "Bouchet Fronsac, Pomerol y St-Emilion".
 
Cabernet Franc es bastante parecida a la Cabernet Sauvignon, pero más delicada. Hasta no hace mucho, se utilizaba casi siempre para vinos rosados y para cortar la agresividad de la C. S. Suele ser color rubí, con buenos brillos, con un aroma delicado y elegante, maduro en frutas rojas y en la boca encantador por su textura, suavemente tánica. No acepta el roble excesivo. Y tiene potencial de guarda. No es un vino fácil, sin embargo las Bodegas de Argentina se han ocupado de esta cepa singular con éxito, tratándola con los cuidados de alta gama y en ediciones limitadas. Y la Cabernet Franc ha respondido a nuestros terroirs. Justamente el 2014 le ha abierto un buen camino, por ejemplo en la última (febrero) "Argentina Wine Awards", ya que tres Cabernet Franc alcanzaron un Trophy, máxima distinción que entregan los jurados del concurso organizado todos los años por Wines of Argentina.
 
Los Trophy fueron para Númina Cabernet Franc 2011 (Enólogo: José "Pepe" Galante), de Bodegas Salentein; Andeluna Pasionado Cabernet Franc 2010 (Enólogo: Manuel González ); Fin Single Vineyard Cabernet Franc 2010, de Bodega del Fin Del Mundo -Patagonia- (Enologo: Marcelo Miras).
 
Según el INV, hay sólo 700 ha. de Cabernet Franc en Argentina -mínimas si comparamos con el Malbec o Bonarda- pero, al decir de los bodegueros, lo que se quiere lograr es la diferenciación en calidad.
 
Recientemente hemos probado el Cabernet Franc 2012 de Vistaflores –Valle de Uco, de Casa Boher. Pepe Martinez Rosell elaboró con 50% en barricas de roble francés y americano durante 9 meses. Se trata de un vino joven, peligrosamente adictivo, color rojo intenso, un aroma que nos recuerda las frutas rojas maduras, como ciruelas y guindas. Adentrándonos con la guía del enólogo, se encuentran otros descriptores como suaves eucaliptus y notas minerales. Ya en la boca, es robusto, intenso, con suaves taninos voluptuosos y persistente en la memoria. Bienvenidos los Cabernet Franc a nuestros terroirs frios (los mejores para este cepaje).